TEXTOS LITERARIOS.
ESTRUCTURA DE LA HISTORIA.
Un texto narrativo involucra una serie de acontecimientos
que los personajes toman a su cargo. Tales acontecimientos se manifiestan
mediante acciones y cadenas de acciones a las que se denomina secuencias.
v Principio. Señala la situación inicial lógicamente
anterior al momento en que ocurrieron los hechos más fuertes en la
significación del relato.
v Desarrollo. Todo relato se dinamiza a partir de
ciertas fuerzas en oposición respetadas por los personajes; tal fase nos señala
el conflicto y precisa el tipo de problemática que la narración hace relevante
en su desarrollo.
v Desenlace. Esta última fase del relato señala la
posición final en que se declararon las fuerzas en conflicto.
IMPORTANCIA DE LA
LECTURA DE TEXTOS LITERARIOS.
"El hombre que no
tiene la costumbre de leer está apresado en un mundo inmediato, con respecto al
tiempo y al espacio. Su vida cae en una rutina fija; está limitado al contacto
y a la conversación con unos pocos amigos y conocidos, y sólo ve lo que ocurre
en su vecindad inmediata. No tiene forma de escapar de esa prisión. [...]
En
cuanto al sabor del discurso, todo depende de la forma de leer. Que uno tenga
sabor o no cuando habla, depende de su método de lectura. Si un lector obtiene
el sabor de los libros, demostrará ese sabor en sus conversaciones, y si tiene
sabor en sus conversaciones no podrá menos que tener sabor en lo que escribe”.
"A la lectura se le
suelen asignar funciones relacionadas con lo cognoscitivo, lo afectivo y lo
activo, es decir, con los tres ámbitos de la realización personal [...]
Hay, sin embargo, otra
función de la lectura no menos importante que las anteriores: su función
social. Es un hecho que hay una fuerte correlación entre los hábitos de lectura
de un pueblo y su desarrollo material y social. Las personas que no leen
tienden a ser rígidas en sus ideas y acciones, y a guiar sus vidas y su trabajo
por lo que se les trasmite directamente. La persona que lee abre su mundo [. . .]
El
hábito de la lectura tiende a formar personas abiertas al cambio, orientadas
hacia el futuro, capaces de valorar la planificación y aceptar principios
científicos y técnicos".
TEXTOS LITERARIOS.
- Los textos literarios tienen
una función estética, es decir, pretenden crear belleza a partir del
lenguaje, donde el mensaje tiene una mayor importancia que el contenido
del texto y se utiliza un vocabulario selecto y una serie de recursos
lingüísticos tales como las figuras literarias. Ejemplo: “y yo me la llevé
al río, / creyendo que era mozuela, / pero tenía marido.” (Federico García
Lorca)
- Exigen al lector del texto
el uso de su imaginación para la comprensión del mismo y para captar el
sentido integro de este. Ejemplo: "qué vanidad, señor, la del
cangrejo, a pesar de ser feo, gordo y viejo! Camina de costado, mirando
con cuidado por si llega a pasar junto a un espejo" (María Elena Walsh).
- El lector es una parte
fundamental del texto, ya que es él el encargado de unir las diferentes
partes de la obra y darle un significado.
LITERATURA Y CULTURA.
A Roland Barthes en una ocasión que le preguntaron por el
significado de la literatura dijo que Literature makes the meaning and the
meaning makes life [2]; esto es, que la literatura es creadora de
significado y el significado es a su vez creador de vida y de sentido.
Nuestra identidad se fragua a partir de lo que vivimos y una parte
de esa vida está constituida por nuestras lecturas. El texto literario es
creador de mundos que se erigen como construcciones culturales. Umberto Eco
habla de “modelos de mundo” y del “mundo posible” [3]. Sin embargo, en tanto
que no podemos aprehender la realidad y en consecuencia describir el mundo
circundante en su totalidad, tampoco podremos establecer un mundo alternativo
completo.
En el caso de la lectura de textos literarios esta actividad
interactiva presenta una serie de particularidades por la relación que se
establece entre quien lee y el texto leído, en tanto que éste no es sino un
“mundo posible”, en términos de Umberto Eco. Lo interesante de la teoría de Eco
es que según el estudioso, el mundo que crea el escritor en sus novelas es una
construcción cultural. Se trata de un universo en el que “no sólo interactúan
los personajes de los que el texto habla, sino también aquellos que
hablan en el texto: el enunciador y el enunciatario.”, tal y como indica
Foucault [8]. El lector cuando lee un texto literario se convierte en
enunciatario o en narratario, “alguien a quien el narrador dirige sus palabras”
[9].
Por tanto, el texto literario se erige como un complejo constructo
cultural, cuya dinámica interna lo convierte en un ente independiente al tiempo
que lo liga a la cultura en la que es engendrado, en tanto que el escritor lo
concibe y lo escribe desde lo que es. Por ello hay que tener en cuenta por un
lado, las circunstancias vitales que vive su autor cuando lo escribe, las
coordenadas espacio-temporales y la cultura que le rodea. Por otro, habría que
considerar el momento que en el que el lector lo lee y todo lo que eso
conlleva.
Este hecho convierte al contexto en el caso de la lectura y en
especial, en los textos literarios, en un elemento clave dentro del esquema
comunicativo: “Inserto el texto en un acto de comunicación, se evidencian sus
vínculos con la cultura (en el fondo lo que se dice es que es imposible una
lectura que considere el texto en sí, sin tener en cuenta el contexto).