1.- LITERATURA Y ARTE.
La
literatura y el arte son almas gemelas. La una inspira a la otra. Además, ya
sean vistas juntas o individualmente, la escritura y el arte pueden dar a la
gente un fuerte sentido de satisfacción.
2.- LITERATURA.
Es
el arte que realiza la belleza por medio de la palabra hablada o escrita.
3.- ARTE.
El
término de arte se deriva del latín ars, que significa habilidad y hace referencia a la realización de
acciones que requieren una especialización. También se le denomina como la facultad de hacer bien una cosa, según
determinadas reglas. El arte requiere de un aprendizaje y puede limitarse a una
simple habilidad técnica o ampliarse hasta el punto de englobar la expresión de
una visión particular del mundo.
División de las artes:
v ARTES ÚTILES: denominadas también “artes
aplicadas”, persiguen un fin de utilidad práctica, y quienes la realizan se
llaman artesanos.
v ARTES BELLAS: (bellas artes) son las que tienen
una finalidad estética, las que realizan la belleza ideal en forma exterior
sensible, es decir, de manera que sea perceptible por los sentidos.
4. NIVELES DE COMPRENSIÓN
El proceso que se sigue para conseguir captar las ideas expresadas en lo
que se lee es, en sentido riguroso, el mismo siempre y se da por igual en todos
los lectores, por baja que sea su preparación intelectual, es decir, todo
lector/a reconoce mejor o peor el código de señales y símbolos, los organiza
según sus posibilidades, realiza una interpretación personal de lo leído y se
forma un juicio sobre lo que acaba de leer. Pero no todos los lectores alcanzan
el mismo nivel de comprensión, dado que éste está en función de la formación
intelectual que tenga cada lector/a, de tal suerte que se pueden leer las
mismas cosas por personas diferentes y darse diferencias abismales entre la
comprensión de unas y otras. Por tanto, es posible establecer diferentes
niveles de comprensión desde una perspectiva funcional. Es decir, el proceso
que se sigue es el mismo, pero los resultados pueden ser muy diferentes. Los
niveles de comprensión que habitualmente se contemplan son los siguientes:
- El nivel de ausencia de comprensión es el que se .produce cuando
el/la lector/a se quedan en la fase de «reconocer», dentro del proceso comprensivo, es decir, cuando reconoce el
conjunto de señales y símbolos que forman parte del código, pero no es capaz de
pasar de ahí. Este fenómeno se conoce como «analfabetos funcionales»; es decir,
son personas que conocen los rudimentos de la lectura y la escritura, sus
aspectos mecánicos, sin que este conocimiento sea suficiente para entender lo
escrito. Se trata, evidentemente, de casos de bajísima preparación intelectual.
- El nivel literal es en el que el/la lector/a se atienen estrictamente
a los contenidos explícitos, sin entrar en más profundidades. Este nivel es
conveniente para la lectura de textos que no requieren de interpretación, como
puede ser el prospecto en el que se explica cómo funciona, por ejemplo, un
electrodoméstico. En estos casos la persona que lee se ajusta a lo que dice el
texto y hace aquello que en él se afirma, sin más. Salvo en casos tan concretos
como éste, es necesario trascender lo literal e ir al fondo de las ideas
transmitidas en el escrito o, dicho de forma diferente, hay que pasar de leer
palabras (nivel literal) a leer ideas (nivel simbólico).
- El nivel simbólico es el de las ideas, cuando el lector pasa a los
aspectos profundos, cuando no se queda en lo explícito y capta también lo
implícito, cuando hay una aproximación mayor al pensamiento del autor/a y a las
ideas que trata de trasmitir. En este nivel, el/la lector/a hacen una
interpretación de lo escrito, que mejora la comprensión global de todo el
texto.
- Cuando se pasa al análisis se entra en el siguiente nivel, el crítico.
La comprensión crítica se hace posible porque el lector realiza un análisis
de contenidos que permite identificar y diferenciar hechos y opiniones,
descubrir las secuencias de pensamiento que se siguen para realizar la exposición,
conocer las posibles relaciones entre hipótesis y conclusiones, etc. Cuando
el/la lector/a se encuentran en este nivel, les permite realizar juicios de
valor sobre lo leído, juzgar los diferentes aspectos del texto según criterios
personales, marcarse objetivos claros con respecto a la lectura y verificar
hasta qué punto los consigue mediante ésta y hasta qué punto el texto puede
satisfacer sus necesidades, etc. Cuanto mayor sea la formación intelectual y el
gusto por la lectura que tenga la persona que lee, más posibilidades tendrá de
dominar este nivel y de enriquecerse a todos los niveles. No obstante,
cualquier persona que lea algo, siempre se formará un cierto juicio de lo
leído, aunque no sea consciente de ello.
- Hay un quinto nivel que difiere cualitativamente de los anteriores, pero
que aporta una visión más amplia de lo que se lee. Este nivel es el estético,
en el que el/la lector/a abordan la comprensión del texto desde los
aspectos formales de éste, en el que se va, más que al análisis de los contenidos,
al análisis del estilo, al género literario (ensayo, novela, poesía...), a la
claridad en la transmisión de ideas, al humor, etc. Normalmente, sólo se busca
este nivel comprensivo cuando se está con un texto literario, donde prima la
belleza de la escritura sobre otros aspectos. Cuando se trata de manuales,
libros de consulta o técnicos, lo más frecuente es que este nivel quede
relegado a un segundo plano, aunque no por eso ha de tenerse menos en cuenta.
Con frecuencia, muchos de los problemas de comprensión que tienen los
estudiantes en la lectura se deben, precisamente, a que se manejan textos poco
amenos o de una baja calidad literaria, en los que las ideas ni siquiera llegan
a estar bien expresadas, lo cual provoca el lógico rechazo por parte de quien
tiene que enfrentarse a estos libros.
5. FIGURAS RETÓRICAS.
Las figuras literarias (llamadas también figuras
de retórica o recursos literarios) son
recursos del lenguaje literario utilizados por el poeta para dar más
belleza y una mejor expresión a sus palabras; es decir, el poeta usa estos recursos para dar mayor
expresividad a sus sentimientos y emociones íntimas, a su mundo interior;
aunque no hay que olvidar que también podemos encontrar dichas figuras en el
lenguaje coloquial.
1.
SÍMIL
O COMPARACIÓN. Figura retórica que consiste en relacionar dos términos entre sí
para expresar de una manera explícita la semejanza o analogía que presentan las
realidades designadas por ellos. Esa relación se establece, generalmente, por
medio de partículas o nexos comparativos: “como”, “así”, “ así como”, “tal”,
“igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”, etc.
Ejemplos:
“... la calle abierta como un ancho
sueño...
Eres como el viento tibio de los arenales.
...simple como una lámpara…
2.
PERSONIFICACIÓN
O PROSOPOPEYA. Consiste en atribuir características
humanas a animales o seres inanimados, como ocurre en las fábulas, cuentos
maravillosos y alegorías.
Ejemplos:
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;
Sólo se oirá la risa blanca de las
estrellas
Persiguiendo a las sombras por todos los
caminos.
... el viento de la noche gira en el cielo
y canta...
3.
HIPÉRBOLE.
Figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una
realidad, amplificándola o disminuyéndola. Es exageración. El poeta desea dar a sus palabras una mayor
intensidad o emoción. La hipérbole se concreta en el uso de términos enfáticos
y expresiones exageradas.
Ejemplos:
"Tanto dolor se agrupa en mi costado
/que, por doler me duele hasta el aliento.”
Si no regresas pronto a mi lado, moriré
desangrado.
4.
METÁFORA.
Es una identificación de un objeto con otro en virtud de una relación de
semejanza que hay entre ellos, es decir, una comparación.
Ejemplos:
Tus labios son el más hermoso rubí que he
visto. . .
... tus ojos son dos esmeraldas…
5.
REITERACIÓN
O ANÁFORA. Es una repetición de palabras al principio de un verso o al
principio de frases semejantes para recalcar alguna idea.
Ejemplos:
¿Soledad, y está el pájaro en el árbol,
soledad, y está el agua en las orillas,
soledad, y está el viento en la nube,
soledad, y está el mundo con nosotros,
soledad, y estás tú conmigo solos?
Blanca, blanca, blanca como la nieve...
6. LA RESEÑA CRÍTICA
Es un texto
expositivo - argumentativo que implica, en primer lugar, haber comprendido
muy bien el producto cultural (obra literaria, cuento, película, pintura,
ensayo, etc.) reseñado como para poder resumir lo esencial de su contenido,
pero además, es necesario que quien realiza la reseña (el escritor) esté en
condiciones de emitir opiniones y juicios de valor fundamentados acerca del
texto leído. En la reseña crítica se hace un recuento del contenido de una
obra, de sus ideas esenciales y aspectos interesantes, al tiempo que se hace
una valoración crítica del mismo. El autor de la reseña debe aclarar que la
valoración de la obra corresponde a su posición, dejando al lector en libertad
de que se forme su propia opinión.. Cumplidas las dos condiciones anteriores,
se requiere poner en funcionamiento todos los conocimientos que tenemos en el
campo de planeación, textualización y revisión de textos, para poner por
escrito nuestras ideas de acuerdo con la estructura de este género. Las reseñas
son muy importantes porque, a través de ellas, no sólo nos enteramos del tema
de una obra sino de la forma como ésta es recibida por la crítica. Es de vital
importancia la revisión del texto en función de garantizar y facilitar su
seguimiento y comprensión por parte del lector.
La
estructura, en general, de una reseña crítica consta de las siguientes partes:
1. Título
2. Presentación del producto cultural (en este
aparte se consignan los datos bibliográficos que encabezan el texto: nombre y
apellido del autor, título de la obra, la ciudad donde se editó, nombre de la
editorial, fecha de edición y número de páginas).
3. Resumen expositivo del texto reseñado (aquí se
presentan, en forma selectiva y condensada, los contenidos fundamentales del
producto cultural).
3. Comentario crítico - argumentado del producto cultural.
4. Conclusiones.